Por Nahomi Martínez
No es secreto que el collage me parece una de las técnicas más interesantes del arte visual, los elementos que componen una obra de estas características por lo general están impregnados de significados, los artistas gritan sus ideas con propiedad a través de las distintas formas y ¿Cómo se puede transmitir una idea clara y abstracta de una manera tan directa e intuitiva para el espectador?
Me atrae todo lo que implica la resignificación de un elemento que nació con otro fin y en otro contexto, la idea desde cero que se compone en la simbología de la idea de alguien más, el lenguaje, la el concepto, las texturas, los colores, el espacio, el silencio, la palabra, la imagen, el diseño, todo confabulado para nutrir al arte visual.
Esta semana tuve la linda oportunidad de conversar con Verónica Martínez Castro, artista visual, fundadora de Pulso, apasionada, creativa y completamente consciente del poder de lo que hace. Su búsqueda y su recorrido de hecho, profundiza en el hacer colectivo, se nutre de las experiencias humanas y revaloriza el hoy y el ahora. Sus palabras me permitieron ver el lado experimental del collage y me hicieron entender la perspectiva reflexiva del proceso de crearlo.
La artista además, nos contó sobre una especial vinculación con la ONG “Nuestras Huellas”, y un sorteo solidario que tiene su cierre el 28 de febrero y en el que la unión de estas dos fuerzas, busca visibilizar el trabajo de esta organización que promueve el desarrollo integral de las personas en sus comunidades mediante programas de finanzas solidarias, fomentando acciones participativas, autogestivas y éticamente responsables. Disfruten de esta entrevista para Expertos en Arte FD Magazine.
EeA: ¿Cuál es tu primer recuerdo relacionado con el arte?
VMC: Autodidacta, evolucioné impulsada por mi espíritu itinerante y el afán de transmitir la dicha, la opulencia, la aflicción, el olvido, la indiferencia, la magia, el misterio, el deseo, entre tantos otros sentimientos que desvelan al ser humano.
Mi obra nació del entusiasmo por fotografiar la vida, sus lugares y el ansia de trascender a las imágenes, interviniendo las con diversos materiales, texturas y paletas de colores.
El soporte gráfico de mi obra yace en el gesto intuitivo, de la relación amorosa entre la fotografía y el retrato que se apoya a la vez, sobre el cimiento de mis propias palabras.
EeA: Hay un marcado y claro concepto que transmitís con tu proyecto y con tu obra, qué tiene foco en la búsqueda y la conexión personal ¿Cómo comenzaste a reflexionar y saber que este sería el camino que tomaría la conceptualización de tu trabajo artístico?
VMC: Nos contamos historias para poder vivir. Hay miles de maneras de contar una historia, con palabras, con imágenes, a través de la música. Yo las cuento con palabras y con collages.
Soy una artista apasionada: pasión por aprender, desaprender, innovar, compartir, equivocarme, corregir y volver a empezar.
Prefiero la cooperación por sobre la competencia. Y por sobre todas las cosas creo en el futuro colaborativo fundado en el “comprender, colaborar, cooperar y co-crear”.
Todas mis obras nacen de observar que, en la era de la conectividad, estamos desconectados de nosotros mismos. Desconocemos nuestro propio pulso, lo que nos hace latir, lo que vibra con y en nosotros. Por eso PULSO es un proyecto colaborativo y solidario.
EeA; ¿Qué fue eso que te llevó a descubrir que tu pasión por el arte estaba relacionada con el collage?
VMC: Me encanta mezclar lo lúdico con lo artístico. Muchas veces, las palabras no alcanzan para expresar lo que sentimos o pensamos. Entonces, precisamos imágenes.
A través de la meditación activa que se realiza recortando imágenes que nos conecten con nuestra vida y los acontecimientos que ocurren en ella, los posicionamos sobre una hoja en blanco, como si dibujáramos con ellas. Finalmente, al fijarlas con pegamento, en ese gesto, conectamos con nuestra propia esencia, recordamos quiénes somos en el reflejo de las imágenes.
Las actividades que elegimos hacer, los libros que elegimos leer, las personas con las que elegimos conversar, son espejos que nos reflejan nuestro propia ser, nuestra búsqueda.
Al encontrarnos, encontramos al otro. Y en el otro, somos uno.
EeA: Contanos un poco sobre cómo es tu proceso creativo.
VMC: La propuesta de PULSO es lograr que los asistentes puedan decir, a través del arte, lo que con palabras no pueden expresar. En cada encuentro, quienes asisten son invitados a reflexionar sobre aquello que los hace vibrar y los conecta consigo mismos. Al encontrar el pulso que vibra con y en cada uno, los asistentes también se conectan con el pulso de vida de los otros participantes.
En el proceso utilizamos la técnica del collages: imágenes, papeles de colores, tijeras, pegamento y, en un ambiente lúdico, se promueve la creación de retratos con voz propia. Se propone la ejecución de las tareas en espacios luminosos, con música suave, ropa cómoda, posibilidad de compartir materiales con los otros y ritmo sostenido del proceso creativo.
Cada taller se divide en tres etapas. Una de introspección y meditación activa. Otra de reconocimiento de esa búsqueda interior en imágenes impresas en papel, para activar la creatividad, utilizando la técnica de collage y, mediante el corte, el armado y el pegado del material elegido se llega a la obra de arte. La última, es la devolución oral de cada participante a quien se invita a contar su experiencia en el proceso, sus sensaciones, su conexión, su aprendizaje sobre su propio pulso y el pulso que vivió en el grupo junto a los demás.
EeA: ¿Cómo percibís que el mercado del arte contemporáneo argentino contempla y apoya a los artistas visuales que desarrollan su obra con esta técnica específicamente?
VMC: Hay muchas miradas sobre el arte contemporáneo. A mí me gusta la mirada de la libertad gestada en el respeto. La expresión artística es maravillosamente sanadora. En particular, la técnica de collage es fácil, sustentable, sostenible y sirve como disparador para múltiples creaciones.
Considero imprescindible la implementación de políticas públicas orientadas a la promoción de las industrias culturales y al fortalecimiento del vínculo con los emprendimientos del sector que necesitan insertarse y competir a nivel local e internacional.
EeA: ¿Qué recomendarías a las personas que se ven atraídas a esta técnica del arte visual para que se atrevan y comiencen a adquirir e invertir en estas obras de arte?
VMC: Eso mismo: que se atrevan. Cada gesto es regenerador, reparador, inspirador. Hay una magia que generan las imágenes y es la interpelación a la conciencia propia y colectiva. Una imagen nos traslada a un momento y éste a un sentimiento, a un registro en nuestra memoria y en nuestro corazón.
EeA: ¿Cuál considerás es el desafío más grande del collage?
VMC: El primer gesto: cortar una imagen. Detrás de ese gesto hubo una conexión, una memoria, una historia sin contar. A partir de ahí, todo fluye, flota, se transforma y aparece la obra en formas inesperadas.
EeA: ¿Qué recomendarías a los artistas a los jóvenes que se encuentran en este momento explorando en el mundo del collage?
VMC: Todos somos artistas. Sólo que olvidamos que fuimos niños alguna vez y, que jugamos, que imaginamos, que soñamos. Somos obras de arte. Somos historias con latido y pulso. El mundo merece conocerlas. Sin distinción de género, ideologías, procedencia o edad, el collage es un mundo y el mundo es un collage. Sólo tenemos que detenernos y observar.
EeA: Coméntanos un poco sobre esta vinculación que realizaron con la organización Nuestras huellas, que lleva a cabo programas de finanzas solidarias y autogestivas en distintas comunidades, ¿De qué se trata?
VMC: ¿Cuándo nos enamoramos de algo o de alguien? no tenemos un momento exacto de qué día o en qué momento ocurre? No es por las cosas que hacemos, o por la cantidad de veces que lo hacemos: es por la coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos. Y cuando nos encontramos con círculos humanos que hacen lo que predican, entonces, sentimos esa consistencia, esa coherencia y nos enamoramos: de una persona, de una causa, de un grupo.
Así me enamoré de “Nuestras Huellas”. Y cuando uno se enamora, regala el amor porque el amor es para DARLO. Y se multiplica, ¿verdad?
“Nuestras Huellas” acompaña a mujeres en su formación para liderar, desarrollando las habilidades necesarias para hacer un camino, encontrar un propósito, darle latido, pulso y vida a un proyecto. En su visión, “Nuestras Huellas” comparte los valores de PULSO: la pertenencia, el vínculo compartido, el descubrimiento del propio “yo” y a través de éste, el reflejo del otro, en nosotros.
Somos verdaderamente “UNA”. Todas y cada una tenemos un poder. Sólo hace falta encontrarnos en ronda para recordarnos, unas a otras, que ese poder de hacer, crear, dar vida, estimular, compartir y crecer, está en nosotras.
EeA: ¿Cuáles son tus planes para este 2021?
VMC: Dedicarle mayor tiempo de acción a las acciones que ayuden a fortalecer la participación, la paz, la diversidad, la colaboración y la solidaridad.
Confío que los espacios dedicados a la exploración del ser humano como individuo y como unidad colectiva, sean incorporados un círculo de prioridad.
La mayoría de nosotros hemos quemado muchísima energía tratando de adaptarnos a esta realidad tan frágil, quebradiza, incierta. Necesitamos, por lo tanto, renovar nuestra energía, nuestras emociones, nuestra creatividad para mejorar nuestro enfoque, nuestros impulsos y nuestras decisiones: qué mejor forma que orientarnos hacia dispositivos artísticos para reconectarnos con el optimismo, la esperanza y la felicidad.
Gracias infinitas por esta Nota. Me enamoran❤
Hermoso tu pulso Verónica!
Hermoso tu pulso Verónica!