NOTA. La cruda intimidad de Marlene Dumas

Por Andrea De Luigi.

Marlene Dumas y el Palazzo Grassi son una combinación perfecta. La grandeza del palacio constituye el marco ideal para una de las artistas vivas más respetadas. Open-end de Marlene Dumas es una gran retrospectiva de más de cien obras, con curaduría de Caroline Bourgeois y de la propia artista. Muestra una selección de pinturas y dibujos creados entre 1984 y la actualidad, algunos creados especialmente para la exposición.

Palazzo Grassi, Venecia.

Las pinturas de Dumas parecen flotar en las vastas paredes blancas del Palacio. Sus numerosas obras apenas llenan los amplios espacios de los dos pisos dedicados a la exposición. Esto acentúa los sentimientos de vulnerabilidad y soledad que transmiten sus pinturas. Perdidos en medio de esos enormes espacios blancos los rostros flotan como partículas suspendidas, mirándonos con infinito anhelo y emociones crudas.

Una de las habitaciones del Palazzo Grassi. Betrayal (Traición) (izquierda), The White Disease (La enfermedad blanca), 1985 (derecha).

La experiencia de haber crecido en Sudáfrica y el apartheid, informa el trabajo de Dumas. La artista explora persistentemente temas de sexualidad, identidad y opresión, así como nociones universales como la vida y la muerte, culpa e inocencia, violencia y ternura. Las dos primeras obras que nos encontramos al entrar en la exposición son una clara introducción al mundo de Dumas y sus habitantes: figuras desnudas, en diferentes posiciones, en diferentes situaciones, con diferentes actitudes. Están la provocación erótica, la pareja amorosa, el delicado niño. Innumerables retratos que van desde famosos -actores, escritores, políticos- hasta desconocidos, así como miembros de su familia y amigos. ¿Qué tienen todos en común? A todos los sentimos expuestos, vulnerables, indefensos. Estas imágenes no nos dejan indiferentes. La intensidad cruda y la inmensidad del número nos exigen mirar y, al hacerlo, desencadenan sentimientos contradictorios de angustia y elevación.

Marlene Dumas, D-rection, 1999 (izquierda), Turkish Girl (Chica turca) 1999 (derecha)

Dos elementos expresivos de Dumas suman a estos sentimientos: la calidad de las líneas borrosas y las áreas marcadas con agresiva intensidad (crudas), y las miradas: algunas penetrantes, algunas demandantes. Pero lo doloroso y triste de esas miradas coexiste con un sentimiento de elevación. Las obras parecen hechas en una carrera salvaje de entrada y otra carrera salvaje de salida, y dejadas en un estado de crudeza que es apenas suficiente, y nunca demasiado.

Marlene Dumas, Candle Burning (Vela ardiendo), 2000.
Marlene Dumas, Miss Pompadour, 1999.

En las pinturas de Dumas existe una cautivante tensión entre la expresión pornográfica explícita y la sutileza erótica, entre la crudeza y la belleza.

Marlene Dumas, Struck (Atacada), 2017.

En Struck vemos a una mujer desnuda arrodillada con las manos en el cuello. No sabemos exactamente lo que está sucediendo, sus ojos bien abiertos parecen estar mirando a alguien fuera de la pintura. Como en todas las obras de Dumas, no hay una sola narrativa explicativa de las imágenes. Son ambiguas, con muchas capas posibles de significado, abiertas a múltiples interpretaciones. Pero el sentimiento aquí es inequívoco: miedo, dolor y desesperación. Como en toda vida, la precariedad es parte del precio a pagar por jugar. Las imágenes se forman como si el creador estuviera dando vueltas, evitando amenazas, nunca permaneciendo en un lugar demasiado tiempo. La vida que busca mantener la vida en un mundo extraño, peligroso y, sin embargo, hermoso.

Marlene Dumas, Awkward (Incómodo), 2018

En Awkward (Incómodo) vemos dos figuras muy cerca una de la otra enfrentándose y tocándose. Parecen hacer un esfuerzo por encajar en el estrecho espacio del lienzo vertical. Ésta es una característica recurrente en las pinturas de Dumas, las figuras parecen demasiado grandes para el espacio, transmitiendo un fuerte sentimiento de opresión. Al respecto, Dumas dice que “el lienzo puede llegar a ser casi como un ataúd para la figura, a veces lucha por salir de él, y a veces lucha por permanecer dentro” 1. Esta pintura, como la mayoría de las pinturas de Dumas, se inspiró en una imagen de periódico. En este caso, era la imagen de un hombre adulto y de un joven sobre una antigua copa griega. Como en la mayor parte de su trabajo, hay una ambigüedad deliberada aquí, la figura puede ser un hombre y una mujer, o dos hombres. Como explica Dumas en el catálogo de la exposición, se trata de una pintura sobre el enamoramiento “un proceso impredecible y abierto que está lleno de felicidad y descubrimiento, así como de decepción e incomodidad”2.

Hay una obra de Dumas que yo había visto muchas veces antes en imágenes digitales o impresas, llamada The Painter (El Pintor o La Pintora), y que siempre había deseado poder ver en persona. Finalmente tuve la oportunidad de hacerlo en esta exposición, y este encuentro tuvo un fuerte impacto en mí. La figura, hermosa y poderosa, está representada en un tamaño mayor que el real. Con trazos muy sueltos y translúcidos, expresa magistralmente complejas emociones y reflexiones sobre la infancia, la pintura, la vida y la humanidad. The Painter es el retrato de la hija de Dumas. En ella vemos a una joven, que aparece, como Dumas la describe “vulnerable y fuerte, inocente y hostil”3, con las manos cubiertas de pintura. Dumas parece estar fascinada por la forma en que los niños a menudo miran desafiantes a los adultos. Ella expresa esta actitud de nuevo en Eden, el retrato de su nieto. The Painter puede verse como una alegoría de la práctica artística: el artista acá es una mujer -no un hombre, el pintor convencional- que pinta a otra mujer artista.

Marlene Dumas, The Painter (La Pintora), 1994.

Las pinturas de Dumas son a menudo reflexiones sobre ideas universales. En See no Evil -un díptico- vemos a un grupo de tres chicas, con una pintura inferior -una imagen especular de ellas- en colores más oscuros. Esta imagen alude a los tres monos en “No ver, no oír, no decir”. La intención de Dumas no está clara. Quizás su declaración es señalar al mal como reverso del bien. Como se afirma en su catálogo, “la ambigüedad del significado y la relatividad de la verdad son temas centrales en la obra de Dumas”4.

Marlene Dumas, See no Evil (No Ver el Mal), 1991.
Marlene Dumas, Kissing (Besándose), 2018.

Varias de las obras se centran en boca como imagen erógena: Kissing (Besándose) , Lips (Labios), Tongue (Lengua), Kissed (Besada) , Teeth (Dientes), Smoke (Humo).

Marlene Dumas, Smoke (Humo), 2018.
La muerte es otro de los temas repetidos de Dumas. En esta muestra podemos ver Dead Marilyn (Marylin Muerta), The death of the Author (La Muerte del Autor), The Martyr (El Mártir), Tombstone Lovers (Amantes en Lápida), Canary Death (Muerte de un Canario) y Death by Association (Muerte por Asociación).
Marlene Dumas, Dead Marilyn (Marilyn muerta), 2008.

Marlene Dumas, Alien, 2017 (izquierda), Spring (Primavera), 2017 (medio), Amazon (Amazona), 2016 (derecha).

Sin embargo, Dumas es una artista de contrastes y extremos. En su mundo la muerte se experimenta mano a mano con la vida. “Spring” (Primavera) significa renacimiento y vida. En esta obra, Dumas representa a una mujer en una actividad similar a la danza. Esta imagen se inspiró en una fotografía de un ritual vudú haitiano en el que una mujer vierte un líquido por sus piernas. Dumas dice que mientras pintaba esto, pensaba en “enfurecerse contra la muerte de la luz”5. Una metáfora personal sobre la alegría de estar viva.

Marlene Dumas, Betrayal (Traición), 1994.

Como a menudo en las obras de Dumas, hay ambigüedad en el significado de la obra Betrayal (Traición), una composición en cuadrícula de numerosos retratos. Para su creación, Dumas se basó en una amplia variedad de modelos, desde amigos y galeristas hasta nazis. Diferentes razas, culturas y valores morales. Como Dumas ha hecho con polípticos anteriores, hay una pintura que interrumpe la lógica o el estado de ánimo del grupo. En este caso es la rana, en la parte superior izquierda, que hace referencia a un mal presagio, inspirado en la rana en la película de Ingmar Bergman, La Fuente de la Doncella (1960), donde una rana fue utilizada como símbolo de una maldición ejercida por una mujer celosa hacia una joven que luego fue violada y asesinada.

En el pasado Dumas trabajaba con pinturas, collages, dibujos, grabados e instalaciones. En la actualidad, trabaja principalmente con óleo sobre lienzo y tinta sobre papel. Su inspiración proviene de periódicos, revistas y fotografías personales, de pinturas que le interesan y de lecturas personales.

En general, Dumas parece preferir los formatos delgados verticales, pero en esta exposición nos presenta dos inquietantes retratos horizontales. En The Particularity of Nakedness (La Particularidad de la Desnudez) representa a su amante, quien más tarde fuera su marido. Dumas afirma que en sus pinturas hay una tendencia a que “el cuerpo se convierta en un paisaje”6. En Red Moon (Luna Roja) vemos una figura que flota en el agua, su rostro iluminado por una luz roja. Se puede asociar esta imagen con la de Ophelia de John Everett Millais, basada en la trágica protagonista de Hamlet. Sin embargo, la protagonista de la obra de Dumas no parece estar ahogándose en desesperación, sino flotando libremente a donde la lleve el río. Como es habitual en la obra de Dumas, hay ambigüedad tanto en la representación de la imagen como en su significado. Sus pinceladas gestuales y finos lavados de pintura acentúan la materialidad del cuerpo humano, así como los temas psicológicos y de intimidad. Dumas pone énfasis en cómo la escala afecta el gesto, “cuando la escala es más grande, también los gestos son cada vez más grandes. Es un acto muy físico, en realidad”7. Sobre los gestos, muestran algo que es importante para la artista: “la velocidad de una obra se ve en los gestos… Tú tomas tus decisiones y ya se acaba”8.

Marlene Dumas, The Particularity of Nakedness (La Particularidad de la Desnudez), 1987.

Marlene Dumas, Red Moon (Luna Roja), 2007

El título de la muestra Open-end (Abierto-final o fin), puede tener -como sucede en sus obras- diferentes capas de significado. “Abierto” puede interpretarse como un comienzo, como “abierto” después del encierro de la pandemia, o que su trabajo está “abierto” a diferentes interpretaciones. Sobre esto, Dumas dice: “En mis obras el espectador ve inmediatamente lo que pinté, pero aún no sabe el significado de ello. Donde comienza el trabajo no es donde termina. La palabra ‘final’, que en el contexto de la pandemia tiene sus propias implicaciones, es fluida y melancólica”9.

Sobre sus pinturas, Dumas dice que le gustaría que fueran como poemas. “Los poemas son como frases que se han quitado la ropa… La poesía es una escritura que respira y salta y deja espacios abiertos, para que podamos leer entre líneas”10. Y así es exactamente cómo se siente esta exhibición: rostros y cuerpos que “respiran y saltan” con crudeza hasta los huesos, apenas invadiendo los espacios en blanco.

En el Palazzo Grassi, Venecia, hasta el 8 de enero de 2023.

PH: Andrea De Luigi

REFERENCIAS

1. Measuring Your Own Grave (Midiendo tu propia tumba), Marlene Dumas, MoMA, video de Youtube, 2014.

2.Marlene Dumas Open-end, catálogo de la exposición, Marlene Dumas, Jolie van Leeuwen, Roger Willems, 2022.

3. Ibíd.

4. Ibíd.

5. Ibíd.

6. Measuring Your Own Grave (Midiendo tu propia tumba), Marlene Dumas, MoMA, video de Youtube, 2014.

7. Marlene Dumas en Rejects (Rechazados), TateShots, 2015.

8. Measuring Your Own Grave (Midiendo tu propia tumba), Marlene Dumas, MoMA, video de Youtube, 2014.

9. Marlene Dumas Open-end, catálogo de la exposición, Marlene Dumas, Jolie van Leeuwen, Roger Willems, 2022.

10. Ibíd.

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