MUESTRAS. Guillermo Roux en El Museo Nacional de Bellas Artes

El Museo Nacional de Bellas Artes inaugura el martes 17 de abril, a las 19, la muestra “Diario Gráfico”, de Guillermo Roux, con curaduría de Cecilia Medina, que reúne 290 dibujos realizados con birome en sus cuadernos personales, entre agosto de 2015 y diciembre de 2017. La exposición, cuyo sentido se completa con la exhibición de otras 177 obras en la Casa Central de la Cultura Popular Villa 21-24 —dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación—, da cuenta de su visión del mundo y de la vida luego de una prolongada internación.


“Obra íntima, pensamiento secreto de quien debe vencer las horas largas reinventando la realidad, los cuadernos que conforman este ʻDiario Gráficoʼ adquieren en el Museo Nacional de Bellas Artes y en la Casa Central de la Cultura Popular Villa 21-24 el carácter de un llamado vitalista al disfrute y a la crítica. Y, al mismo tiempo, constituyen un homenaje a la persistencia de una labor artística que, desde hace décadas, no ceja en su capacidad de interpelación y en su búsqueda de nuevos lenguajes para dar forma a un universo tan potente y singular”, expresa Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes.

Las obras, ordenadas cronológicamente, constituyen una narración visual que recrea el universo del artista al regresar del hospital a su casa de Martínez. Le siguen imágenes del inicio de su rehabilitación: la pileta, su kinesióloga y las personas con las que se vinculaba en esas primeras sesiones que le devolvieron movilidad e independencia. La mujer, las flores y la moda, temas siempre presentes en su obra, retoman protagonismo desde un nuevo escenario, y los autorretratos realizados de madrugada, en penumbras y al borde de su cama, integran un panorama que alberga la intimidad de su vida.

“El arte, en su contenido de verdad, permite también cierta dosis de honestidad brutal”, señala Duprat. “Guillermo Roux no se privó de ella, e hizo del gesto del convaleciente, compelido a desplegar su imaginación solo con un cuaderno y una birome, la ocasión de recrear su mundo

visual, mostrando su esqueleto, su pulsión más íntima y descarnada. Ciertamente, el padecimiento habilita al sarcasmo y la ironía; Roux los ejerce con sutileza en sus dibujos que, tramados con infinita paciencia, aluden a situaciones críticas del mundo contemporáneo”.

“Guillermo Roux ha decidido crear un relato gráfico de su vida cotidiana. Un relato que será el medio para acercarse a un público que quizá por su juventud no lo conoce, al tiempo que lo reencontrará con aquellos que extrañaban sus trazos”, afirma Cecilia Medina en su texto curatorial.

La muestra estará acompañada de un catálogo editado por el Museo Nacional de Bellas Artes, en el que se reproduce una selección de los 467 dibujos, extraídos de 12 cuadernos personales de Roux, que integran “Diario Gráfico” en las dos sedes donde tiene lugar la exposición.

Además, el martes 24 de abril, a las 18, se presentará en el auditorio de Amigos del Bellas Artes el libro “Roux en sus propias palabras”, resultado de las conversaciones entre el artista y la periodista María Paula Zacharías a lo largo de los últimos cuatro años. Junto con Roux y la autora, estarán presentes Laura Malosetti Costa y Ana Ojeda.

“Diario Gráfico” podrá visitarse en las salas 39 y 40 del Museo Nacional de Bellas Artes, del 17 de abril al 17 de junio, de martes a viernes, de 11 a 20, sábado y domingo, de 10 a 20, con entrada libre y gratuita. Habrá visitas guiadas los viernes a las 16.30. La muestra complementaria en la Casa Central de la Cultura Popular Villa 21-24, inaugura el 19 de abril, a las 12, y podrá visitarse hasta el 16 de junio, de martes a sábado, de 10 a 20.

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Guillermo Roux

Nace en Buenos Aires, en 1929. Formado en la Escuela Nacional “Manuel Belgrano”, adquiere una sólida experiencia en pintura y dibujo. En Europa, donde vive entre los años 50 y 60, aprende observando la obra de los grandes maestros de la historia del arte. En Italia, tiene la oportunidad de conocer en detalle los trabajos de los pintores del Trecento y el Quattrocento. Este interés lo lleva a estudiar con el pintor Umberto Nonni, en Roma, quien lo introduce en las técnicas del fresco y del mosaico, fundamentales para el desarrollo posterior de su obra.

En aquellos años, los viajes por distintas ciudades europeas se complementan con sus estancias en Nueva York, lo que le permite entrar en contacto con las tendencias de la época.

De regreso a la Argentina, en 1960, se radica en Jujuy, donde alterna la docencia con la pintura. Luego, en 1966, se traslada a Nueva York, donde se dedica a la pintura y a la ilustración, que le permite conectarse con el mundo de la publicidad y ampliar su horizonte de técnicas artísticas.

Regresa a Buenos Aires en 1967, pero son frecuentes sus estancias en París, Roma y Sicilia.

Ha realizado exposiciones individuales en Buenos Aires, Munich, París, Londres y Nueva York. En 1998, el Museo Nacional de Bellas le dedica la exposición retrospectiva Guillermo Roux en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Ha sido galardonado con numerosos premios, entre los que se destaca el otorgado en la XIII Bienal de San Pablo de 1975. Es miembro de número de la Academia Nacional de Bellas Artes.

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