Scrolleando el Facebook, me tropecé con una foto que me llamó la atención. Números, como de almacén, dibujados y calados con diferentes palabras. Tuve que irremediablemente entrar y mirar qué más tenía para ofrecer al espectador aquel perfil de Facebook. Me crucé así, con un artista de Buenos Aires, que parece tener más que claro el trabajo con el papel. Pablo Lehmann, nació en Buenos Aires, allá por la década del ’70. Mi percepción no fue errada, al pensar qué gran artista era aquel. Más de 10 expos individuales, dos bienales, 4 premios, presencia en 16 ferias de arte internacionales -incluyendo Nueva York, Londres, Miami, Madrid-, y muchos más número que nos dan la idea de un hombre que está pisando fuerte en el arte.

Con motivo de la exposición que actualmente está dándose en el MAR (Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires, en Mar del Plata), charlamos con Pablo para conocer más sobre su obra y sus ideas

EeA: Sos Profesor en la universidad. ¿Tuviste otros trabajos no ligados al arte?

PL: sí, en los comienzos hice muchas cosas. Cuando estudié, trabajé de mozo, empleado en local de comidas rápidas, cadete, asistente en un teatro, hice algo también para escenografías, pero poquito y luego cuando terminé la facultad ya empecé a dar clases en colegios y en la universidad.

EeA: ¿Cuándo decidiste finalmente abocarte de lleno al arte, lo sentiste como un riesgo o una oportunidad?

PL: En realidad lo de dedicarme al arte fue como una decisión anterior porque cuando terminé el secundario me metí en la UNA de Diseño Gráfico. Pero no me gustaba, no me cerraba seguir eso. Yo estaba haciendo un taller con el pintor Osvaldo Ferraro, y viéndolo a él, me estimuló para meterme en Bellas Artes.

La decisión fue esa, luego yo ya sabía que me terminaría dedicando a algo que tuviera que ver con el arte.

EeA: Pasando puntualmente a tus obras, me pareció muy interesante la muestra del MAR. ¿Nos contás un poco de qué se trata?

PL: Sí. Es parte de un proyecto que nació en 2010: se llama “La casa del escriba” y consiste en una vivienda entera en la cual todo lo que se percibe son textos de jirones de páginas de libros.

Primero en realidad pensé las ideas de cada habitación e hice las fotografías.

Hace unos años hice la habitación que consiste en una cama, la biblioteca, etc. Eso fue en Estados Unidos. Luego surgió esta posibilidad, así que hice el comedor. La idea, en algún momento, es hacerla entera con el baño, el escritorio, vestidor, y demás. Lo que pasa es que hay que encontrar la financiación.

La idea es un pequeño mundo en donde todo es interpretable, porque no importa donde uno mire, hay texto para leer. Utilizo libros viejos, de cualquier tipo y la cuestión es también que, al romperlos, pueden armarse otras combinaciones, ya que se mezcla la buena y la mala literatura. Es como una gran enciclopedia, sin afueras.

La casa del escriba (instalación de la habitación)

400 x 400 x 240 cm. | 2012

Instalación | Papeles de libros viejos/técnicas mixtas

EeA: Siempre vas a encontrar algo nuevo para ver/leer y darle nuevas interpretaciones a la obra

PL: Claro, y mezclar los textos con lo cotidiano, con objetos, muebles, etc.

EeA: Otras obras que me parecieron maravillosas son las de papel calado del 2015. Se distingue un trabajo minucioso. ¿De qué tratan esas obras y qué tiempo te llevan realizarlas?

PL: Sí, esos son objetos de 3 dimensiones, más escultóricos. Hice varios, aunque mucho menos que las obras de pared. En ese caso, el primero que se llama “Los amores de Marguerite”, es de la serie Atavíos (la imagen de la camisa también pertenece a esta serie: Camisa de Cortázar, 80 x 60 cm, Papel calado | Rayuela, Cortázar). En esa serie yo tomaba a determinados autores, en este caso Marguerite Duras, y realizaba prendas de vestir que imaginaba que vestirían esos autores, y los realizaba utilizando los textos de ellos/as. Ese objeto, que es una interpretación de zapatos de mujer, está hecho con el texto de la novela “El Amante”, de Duras.

Los objetos tan escultóricos me llevan más tiempo, porque no sólo tengo que calar el papel, sino también encontrar la forma de armar la forma, encastrarlo, y que se sostenga. Me lleva un mes aproximadamente para hacerlo.

Los amores de Marguerite

27 x 19 x 11 cm. | 2015

Papel calado | El amante, Duras

EeA: ¿Te han hecho encargos de obras escultóricas?

PL: No, que yo recuerde, no. Siempre las he hecho por mi cuenta, trabajando en alguna serie.

EeA: ¿Te resulta difícil ponerle un precio a tu trabajo?

PL: Más o menos, no tanto. Hace ya un tiempo que mi obras tienen precios más o menos fijos, así que me muevo de acuerdo a esos valores.

EeA: ¿Qué proyecto de todos los que hiciste disfrutaste más?

PL: La verdad comienzo disfrutando a todos, luego a veces me llevan tanto trabajo que el placer un poco se pierde, y vuelvo a encontrarlo una vez terminado. Creo que el que más me gusta es el de las instalaciones de La casa del escriba porque es mucho trabajo, y todo por partes. Pero finalmente cuando las armo es una gran satisfacción porque al ser tan grande uno entra en la obra que hizo.

La casa del escriba (maqueta de la habitación)

50 x 50 x 25 cm.| 2012

Técnica mixta

EeA: ¿Hasta cuando se puede ver esa muestra?

PL: Hasta el 25 de noviembre de este año en el MAR.

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