Por Ludmila Delgado
Para BADA, el concepto de ¨directo de artista¨ es más que una marca. Es una toma de posición frente al mercado del arte, que se concreta en la apertura de un espacio de encuentro entre artistas y público. Esta feria, pensada como una gran boutique de arte, reunió en tres días de intercambio a 250 artistas con miles de espectadores y compradores. En su edición 2017, conversamos con Ana Spinetto, su directora y fundadora, quien nos transmitió la energía que generó y continúa impulsando esta iniciativa.
EeA: ¿Cuál es el concepto de BADA?
AS: El concepto de BADA es abrir el mercado del arte sacándole el estigma de elite; de que hay que ser millonario para tener un original del artista, o de que hay que ser experto para entender una obra, haciéndolo también accesible desde lo económico. La premisa de BADA es que todos podemos ser coleccionistas.
EeA: ¿Cuál sería el criterio de selección de participantes que distingue a BADA de otras ferias?
AS: Hoy en día, el arte muchas veces en las exposiciones es muy conceptual -sin duda es el reflejo de lo que es hoy el mundo, porque eso hacen los artistas- pero muchas veces está muy lejos de lo que la gente compraría como obra para convivir.
Nosotros nos fijamos en la calidad de la obra y en ese tipo de arte que la gente realmente busca y no encuentra normalmente en las exposiciones. Esto hace que la gente se empiece a acercar a la compra de obras y al arte en general aprendiendo cada vez más para ir armando su colección.
EeA: ¿Cómo influye esta dinámica en el perfil de artista emergente?
AS: Yo creo que los artistas cuando estudiamos arte tendríamos que estudiar marketing también, porque cada artista de alguna manera es una PyME y tiene que aprender a venderse; a los artistas lo que más nos cuesta es la parte comercial. Siempre, es lo más difícil.
EeA: ¿Cuál considerás es la sinergia entre BADA y el mercado de arte?
AS: BADA trata de ser una plataforma facilitadora para el artista de la parte comercial ayudándolo a contactar gente, a salir de sus talleres, a mostrar su obra a gran cantidad de público y fomentar entre los artistas la idea de que la forma de vender la obra es hablar de ella porque nadie puede hablar de la obra como el mismo artista, y para el comprador también tiene un valor añadido enorme, la experiencia de comprar cuando tenés la posibilidad de hablar con el artista, te estás llevando toda el alma de esa obra y todo lo que puso ese artista en ella, generando también la posibilidad de que se produzca un lindo intercambio, que para el artista es también recibir un feedback más honesto.