Por: RENÉ GONZÁLEZ-MEDINA
CORRESPONSAL INTERNACIONAL
Miss Fisher y la cripta de las lágrimas es la película que según anuncio de sus realizadores pondrá punto final a la popularísima serie de la televisión australiana “Miss Fisher’s Murder Mysteries”. Su estreno mundial se ha programado para finales del próximo mes de febrero.
“MISS FISHER’S MURDER MYSTERIES”, SERIE POLICÍACA AUSTRALIANA, MANEJA
ELEMENTOS SIMILARES A LOS DE OTRAS PRODUCCIONES EUROPEAS DE SU MISMO GÉNERO.
Nos llegó el momento porque ya era hora.
Los fans de la agraciada heroína que viste y se mueve con femineidad sin par estamos de plácemes con la noticia de que la podremos ver en este su primero y último largo metraje que a juzgar por los trailers promocionales será toda una aventura para ella, personaje encopetado salido un día de la imaginación de la abogada y escritora australiana Kerry Greenwood.
Lucha de género
Phryne Fisher, como su colega inglés James Bond, tiene licencia si no para matar sí para apelar a todos sus encantos femeninos en procura de llegar al esclarecimiento de los enrevesados casos en que se “mete” empujada por su nada común sexto sentido.
“Miss Fisher’s”, mujer que al ubicarla su creadora en 1920 la muestra como una vanguardista en la lucha por el empoderadamiento de su género, es una dama millonaria, excéntrica, que regresa a su natal Melbourne (Australia) nada más concluir la Primera Guerra Mundial en Europa con la convicción de que -contrario a los prejuicios machistas de la época y tras habérselo probado a ella misma durante su estancia en Londres- puede muy bien desempeñarse como una detective privada equiparándose, en la masculina profesión, con el más competente de sus colegas hombres. Como ellos, igualmente mantiene armada. Un pequeño revólver bañado en oro, de cañón recortado y con cachas de nácar (juguete señoritero), le acompaña camuflado entre el liguero de sus medias y su prenda más íntima.
“Miss Fisher’s Murder Mysteries”, la serie de televisión que alcanzó a producir tres temporadas, se filmó en Melbourne y sus alrededores en 2011 y se estrenó en ABC1 el 24 de febrero de 2012.
Producto de exportación
Ambientada en la Australia de comienzos del Siglo XX la serie no escatimó en detalles que acercaran, lo más fidedignamente posible a ese tiempo, la historia del país que hace ya cien años dejara de ser colonia británica.
Locaciones y decoraciones fastuosas unidas a un vestuario y mobiliario de lujo sacados de la investigación rigurosa exigida por la documentación, consiguieron que los realizadores se salieran con la suya al entregar un producto de entretenimiento espectacular en su colorido y acabado.
EASSY DAVIS (Phryne Fisher), JUNTO AL EQUIPO PROTAGÓNICO DE LA SERIE: NATHAN
PAGE (Inspector Jack Robinson) A SU DERECHA. ATRÁS, HUGH COLLINS (Agente Hugo
Johnston) Y DOROTHY WILLIAMS (Ashleigh Cummnings, Asistente personal de la Miss).
Y ni qué decir del personaje de “Miss fisher’s”: una mujer solidaria, defensora de las causas perdidas de su género, doliente de los menos favorecidos por la suerte y los desgobiernos, una atrevida y osada que no sabe de límites porque gracias a su liberalidad no reconoce ni acepta ningún tipo de convencionalismos (al pasárselos “por la faja” los transgrede). El trauma de la infancia de Phryne marcada por las necesidades y carencias que fueron su pan de cada día, la lleva a empatizar con la gente de abajo que, al parecer, es “su” gente.
Coqueta, bella, lasciva y libidinosa, Phryne Fisher, la “Miss Fisher’s” protagonista (ESSIE DAVIS), es dueña de una distinción que adonde vaya no la deja pasar inadvertida a causa de los costosos abrigos y sombreros que acostumbra lucir; o por el flamante coche Hispano-Suizo que la lleva y la trae por la parroquial Melbourne de comienzos del Siglo XX; o porque exhibe sin pudor su inocultable afición por las bebidas costosas, por el baile y la vida nocturna. Y por la etiqueta de la época que al conocerla muy bien la maneja con dedo de guante.
Y como si todo lo anterior no fuera suficiente la bella Phryne respalda, con sus probados atributos físicos e intelectuales que por lo general la ayudan a salirse con la suya en los misteriosos casos que demandan su atención, la elegancia (tal y como sucede con James Bond, el personaje de Ian Fleming), ese glamour personal que al no perder en ningún momento y bajo ninguna circunstancia le pone sello a su muy particular estilo de vida.
La mayoría de los asuntos que atiende y no por fortuita coincidencia comprometen a mujeres en calidad de víctimas o de victimarias. Aquí se aprecia la influencia de Greenwood, la autora, quien mientras asistió a la universidad trabajó en un refugio para mujeres.
Papel que de lejos se roba el show
ESSIE DAVIS, la actriz, consigue que Phryne Fisher’s, su personaje, se devore el rol protagónico. Que lo proyecte con encandilador brillo en virtud al carismático don de gente que distingue a la investigadora y que se roba el show en la serie al mostrarla como alguien espléndida, dispuesta siempre a servir a los demás. En especial a la clase luchadora proveniente de los estratos sociales bajos.
Desprovista de tabúes “Miss Fisher’s no le encuentra ni le pone “misterio” a nada. Desinhibida, lanzada, audaz, la investigadora es una seductora incorregible. Una dama que en su casa esquinera actúa como madre protectora para quienes de buena gana trabajan casi que de forma incondicional a su servicio en los diferentes menesteres que tanto ella como la mansión requieren. Colaboradores de la “Miss” que por corresponder a su abierta generosidad terminan, en más de una ocasión, exponiéndose. Arriesgando, por ayudar a su ama, su propio pellejo.
KERRY ISABELLE GREENWOOD, CREADORA DEL PERSONAJE QUE INSPIRA A MILLONES DE MUJERES.
Kerry Isabelle Greenwood, con su personaje Phryne Fisher, se une al club selecto de los escritores del llamado género negro de la literatura. Su nombre ha entrado a hacer parte importante de la lista donde destacan Ágatha Christie y el héroe de sus obras Hércules Poirot, Ian Flemig y su inmortal Agente 007 “Al servicio secreto de Su Majestad” (James Bond), Arthur Conan Doyle y su brillante Sherlock Holmes, George Simenon y su sagaz Comisario Maigret. Todos ellos de merecida reputación.
PORTADA DE UNO DE LOS TANTOS LIBROS QUE SOBRE LA MUJER-DETECTIVE HA ESCRITO LA ABOGADA AUSTRALIANA.
Romance entre carreras y balas
Esta Phryne Fisher, hermosamente encantadora, conquista a primera vista. Por los capítulos de la saga su autora pone a desfilar decenas, cientos de enamorados dispuestos a correr riesgos y a pagar el precio que representa la obtención de sus favores. Algunos los consiguen ante la mirada incrédula del Inspector Jack Robinson quien se debate entre el cumplimiento de su deber y la tentación para él representada en esa mujer que sin recato alguno le ofrece lo que su caballerosidad no se atreve a pedir. Pero que sabe está ahí, al alcance de que un día y a consecuencia de un mal trago, se resuelva.
Y la banda sonora, deliciosa. Cortina musical brincando sus notas de sitio en sitio, allí donde el jazz y el blues -sin permiso ni cover- encuentran mesa para ellos y para su nostalgia casi siempre pasada de copas.
De plácemes, pues, con esta la noticia cinematográfica de comienzos de temporada. Abrebocas ideal de cara a la ceremonia de entrega de los premios ÓSCAR, también en febrero de este 2020 que pareciera ir ya cogiéndole el paso al alocado ritmo de los últimos años.