Por: Diego Solís
Ya sea abonando la entrada al cine, o descargándola en tu computadora, el proceso de selección de una película debería constar obligatoriamente, de dos pasos. El primero debería
ser el de definir -al menos a grandes rasgos- el género que se quiere ver. Nadie suele fallar en este paso, ya que todos tenemos decidido de antemano si queremos ver una comedia romántica, una de terror, o una de monos gigantes, bazookas y chicas en bikini. Pero el que suele resultar crucial, y al que pocos le prestan atención, es el paso que le sigue: saber quién dirigió la película. Está claro que el público en general no se toma este último trabajo, y por eso nos encontramos con personas que fueron a ver Interstellar pensando que iban a ver ciencia ficción al estilo Stephen Spielberg, se chocaron de frente contra el murallón de Christopher Nolan, y terminaron más perdidos que Tony Stark en los Power Rangers.
¿Planeas ver Fragmentado? Bien. Pero ante todo deberías saber que la dirigió M. Night Shyamalan, director de “Sexto Sentido”, “El protegido”, “Señales” y “La aldea” entre otras.
Deberías esperar –como mínimo- varios giros sorpresas y finales fuera de lo común. Para resumir: Si tu idea de terror o thriller es sangre y sonidos fuertes que suenan de forma imprevista, esta no es tu película.
El actor James McAvoy encarna a un hombre (Barry) con trastorno de identidad disociativo, o -como diríamos en el barrio- de múltiples personalidades. Para ser exactos, 23 personalidades distintas conviven en el cerebro de Barry. 23 personalidades radicalmente distintas entre sí desde las más dóciles a las más violentas, con distintas edades y géneros. Barry, la personalidad principal, lleva las riendas de una vida relativamente normal como diseñador de indumentaria, hasta que, en una suerte de complot, otras 2 personalidades logran hacerse del control. Tras tomar las riendas, Dennis (una de las personalidades más trastornadas) y Patricia (una fanática religiosa) ayudados por Hedwig (una personalidad de un niño de 9 años) raptan a 3 adolescentes y las mantienen en cautiverio en una ubicación desconocida, donde deberán lidiar con varias de estas personalidades.
El último personaje de este rompecabezas psicológico, es la doctora Fletcher, psiquiatra de Kevin, una veterana terapeuta interpretada por la gran Betty Buckley. Fletcher no tarda en detectar los cambios en el humor y actitud de Barry, por lo que comienza a ahondar en el pasado para entender este comportamiento, y a la vez entender el significado de “la bestia”, una nueva personalidad que –supuestamente- se encuentra a punto de emerger.
Sin lugar a dudas, la trama propuesta es muy interesante, pero se consolida con la robusta e impecable actuación de McAvoy. Si de mí dependiera, le otorgaría un Oscar por cada una de las 23 personalidades que interpreta. Sin la actuación de McAvoy, la película no funciona.
La historia rebalsa de tensión e intriga. Y cumple con su función, que es mantenernos entretenidos hasta el último minuto.
Ahora bien. Empecé esta review escribiendo sobre la importancia de conocer al director de la
película que uno se dispone a ver, porque en casos como este, hace la diferencia. Es absolutamente legítimo querer sentarse en la butaca del cine o el sofá del hogar simplemente para entretenerse. Y entiendo perfectamente lo dispares que pueden ser las opiniones sobre esta película para este tipo de público, quienes muy probablemente no hayan entendido el tremendo giro que da Fragmentado en sus últimos segundos. Y me disculpo por no ser políticamente correcto, pero tampoco hacia ellos estaba dirigido. El otro público, el que quiere ser impresionado con ingenio en la narrativa, y en lo audiovisual, quedó fascinado con el final
de esta película.
A partir de acá, spoilers. No deberías seguir leyendo si no viste la película.
Para entender el final, es requisito excluyente haber visto “El protegido”, también de Shyamalan. En la película, Bruce Willis interpreta a un guardia de seguridad, quien, sin saberlo, es un superhéroe. En la escena final de Fragmentado, vemos en el noticiero, que tras escaparse, el asesino Kevin y sus 23 personalidades son llamados “La horda”. Una señora, al escuchar esto, comenta en voz alta que eso le recuerda a otro criminal, en silla de ruedas, con la enfermedad de huesos de cristal. En ese momento, aparece Bruce Willis y le indica que ese criminal (con quien él se enfrentó en “El protegido”) se llama “Mr. Glass” (Sr. Vidrio).
Este es dato el fundamental para entender que además de un thriller, “Fragmentado” es una película de superhéroes, y que Kevin termina transformándose en nada más ni nada menos…
que un nuevo súper villano.