Reseña por Lúdico Ognimod
PH: Nico Bruno
La tarde sucumbía lánguidamente en el 4444 de Triunvirato, Villa Urquiza (Argentina), la multitud exhibía su mixtura generacional en los predios del centro cultural 25 de mayo. Cucuza Castiello era el nombre que flotaba por el aire que inundaba al octogenario teatro. Sin demoras, se dio paso al ciclo musical entramados 2018.
Cucuza develaba el festival en un ambiente de absoluta amistad que sabiamente logró moldear al entrar al escenario.Un pibe rasgaba las cuerdas de la guitarra, con aroma romántico y acentuado color antañón, era Mateo Castiello, su hijo, quien en compañía de Noelia Sinkuna (piano) y Sebastian Zasali (acordeón): integraban el Trió Inestable.
Luego, el tango fluyó con su acostumbrado ímpetu, dejando un saldo de nostalgia en algunos y en otros un brillo de gozo en las pupilas. Hernan Cucuza Castiello, sin la rigidez de aquellos esquemas musicales donde la devoción por las glorias, aferra al intérprete a patrones posteriores que en ocasiones, hacen deslucir, se pasea por aquellas letras que tienen en su lírica elementos comunes con la esencia del tango, es así como podemos oír a su voz invocar acertadamente, figuras como “¿Quién me dará un crédito mis señor? Solo se sonreír” de Sui Generis o “Soy como el sauce que lejos del río insiste en llorar a sus muertos” de la pluma de Mariano Fernández Bussy, todo bajo el manto místico de ese tango que entrañablemente, conecta nuestros sentidos con el suelo porteño.
Confesiones de invierno, tibieza, ella ya me olvidó, invierno, siga el corso entre otros temas maravillosos, dieron marco a una expendida velada organizada con pasión de sobra por Leandro Resembaun de Comunidad de Artistas, para iniciar este ciclo prodigioso de música cruzada entre gustos exquisitos y consagrados interpretes.
El Ciclo Entramados se realiza todos los miércoles hasta el 28 de marzo en el Centro Cultural 25 de Mayo, Av. Triunvirato 4444, Villa Crespo. CABA, a las 20:30 Hs. con entrada gratuita.
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