Historiador, periodista, diplomático, abogado, catedrático y juez.

Nació en Buenos Aires el 20 de agosto de 1906, y este año se cumplen 111 años de su nacimiento, el Pepe Rosa, el más popular de los historiadores, ¿el último revisionista?

Dedicado a investigar la otra historia, una historia donde no sólo los héroes de mármol se erguían frente al enemigos, sino la historia donde además comenzó a aparecer el pueblo. Ese pueblo olvidado, el pueblo trabajador, fue talentoso en llevar adelante su desafío el cual le costó muchos debates con sus contemporáneos, un exilio y varias visitas a la comisaría.

Su colección de tomos de historia argentina sigue siendo hoy el orgullo de muchas bibliotecas populares. Militante de la causa nacional y popular en todos los terrenos que supo ocupar, participó de programas de radio y televisión para popularizar la historia y no dejarla en las manos únicas de la rancia academia.

Entregó su vida a la causa de rescatar la figura de Rosas y separarla del mote de tirano, con la sentencia: “La oligarquía no condenó a Rosas por tirano, lo condenó por la defensa de la soberanía, y porque representó auténticamente a las clases populares”.

Asilado en el Uruguay y el España se dedicó con más empeño aún a encontrar en archivos y bibliotecas documentos clarificadores de la trama argentina, que los falsificadores de la historia siempre ocultaron.

Hoy su presencia inmortal debe advertimos siempre sobre la historia tendenciosa; contada por los grandes medios, hijos del capital económico y enemigos de la patria; ningún periodista, historiador, abogado o juez debe caer en la influencia sobre las ficciones de historia argentina. Ninguno puede negar que en esta tierra nació un 20 de agosto, José Maria Rosa, el historiador del pueblo.