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Andrea De Luigi nació y vive en Buenos Aires, Argentina. Desde su infancia, la pintura, el dibujo, las exposiciones y los libros de arte fueron su ámbito natural. Se recibió en Psicología en la Universidad de Buenos Aires y, simultáneamente, se formó como artista plástica con los maestros Kenneth Kemble, Guillermo Roux, Héctor Giuffré y Atilio Laguzzi. Actualmente se encuentra representada por L’Attitude Gallery (Boston, EEUU) y The Shayne Gallery (Montreal, Canadá).
Recibió el 1° Premio del Salón de Otoño Roberto Di Paolo, el 2° Premio del Salón Anual de Pintura Asociación Española de San Isidro y el 2° Premio del Salón Tarbut, Buenos Aires, Argentina. Obtuvo Mención del Jurado en el Salón Internacional de Artes Plásticas «La Mujer y su Protagonismo Cultural», Museo de Bellas Artes Bonaerense, y la 1° Mención en la 3ª Bienal de San Telmo, Buenos Aires, Argentina.
De Luigi disfruta de la enseñanza en su taller donde imparte clases que buscan liberar la creatividad de los participantes y servir como terapia positiva. Considera que este espacio “es un lugar en donde las personas se vinculan por afinidad, por compartir algo que les da placer y alegría, y en donde se generan relaciones de amistad muy gratificantes, sanas y duraderas”. El taller crece constantemente e incluye teoría y práctica, además de seminarios, y ha servido como medio de proyección de proyectos personales de artistas que, en algunos casos, han participado con muestras en ferias nacionales e internacionales.
Por otro lado, la artista ha contribuido activamente en proyectos solidarios. Arte Ayuda, Art@Hospital, Conin, Techo, Fundación Rossi y Pallets de Vida son algunas de las organizaciones con las que ha trabajado y lo sigue haciendo. “Siento que es muy gratificante poder contribuir con un granito de arena para que otro se sienta o esté un poco mejor”, afirma.
En el marco de la inauguración de su obra Pasajeros, instantes de un viaje, ofreció una entrevista para Expertos en Arte FD Magazine.
Las Bañistas (2018). Acrílico y tintas sobre tela. 200 x 120 cm. Esta obra forma parte de Pasajeros, instantes de un viaje
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EeA: Hablemos de su estilo. Pudieran encontrarse en sus obras influencias de las vanguardias históricas del arte, como lo fueron el cubismo, el surrealismo y el futurismo. ¿Su línea de trabajo se propuso indagar en ello o resultó de un hallazgo personal forma-color?
ADL: Mi obra fue evolucionando progresiva y naturalmente de la figuración a la semi-figuración. No fue algo que me propuse. El color también surgió natural y espontáneamente. Me interesan y atraen el cubismo y el futurismo, y veo en mis obras características de esos movimientos, como la geometrización y la fragmentación de la imagen, las múltiples perspectivas, la repetición o eco de las imágenes o partes de ellas, pero no fue buscado. Del mismo modo, en diferentes obras mías se pueden encontrar rasgos del sintetismo, del expresionismo y del simbolismo. Conozco esa pintura y sin duda existe en mi imaginario y lo enriquece, pero no lo influye directamente. Creo que mi pintura es expresión personal y auténtica de mi propio mundo interior y de mi personalidad.
EeA: En su trabajo hay algo que recuerda el pasado posmoderno latinoamericano pero también se adelanta a un presente en movimiento. ¿Cómo definiría la estructura de sus lienzos en cuanto expresión y registro artísticos?
ADL: Si por posmodernismo entendemos esa búsqueda de formas de expresión más dinámica, la libre elección y combinación de estilos, el eclecticismo, el nomadismo, la deconstrucción y reinterpretación de estilos del pasado, dando como resultado una obra subjetiva y personal, me identifico con esa clasificación.
Creo que, así como en el pasado los artistas se influían mutuamente entre contemporáneos, o con el arte de los museos porque era lo que alcanzaban a conocer, actualmente tenemos acceso inmediato a una inmensidad de información, de técnicas, de imágenes, que nos influyen y que nos enriquecen, e inevitablemente aparecen de alguna manera en nuestras obras. Me encanta la multiplicidad y diversidad de estímulos y herramientas que se nos presentan a los artistas en la actualidad. De todos modos, creo que el desafío sigue siendo el mismo desde siempre: dominar la técnica, y a partir de allí crear una obra original, auténtica y personal. Ahí está, a mi criterio, el verdadero valor de una obra de arte.
En cuanto a la definición de mi obra, creo que mi pintura es semi-figurativa, posmoderna (por el eclecticismo mencionado antes) y con referencias al cubismo, futurismo y sintetismo.
EeA: ¿Sobré qué forma, superficie, textura prefiere pintar y por qué?
ADL: Trabajo en general con acrílicos y tintas sobre tela o madera. Me gustan las texturas visuales, para lo cual utilizo pinceles, rodillos, stencils y otros recursos.
EaA: Los elementos ciudad-naturaleza están muy presentes en su trabajo, casi como si encontraran el equilibrio a través de líneas que dibujan nuevas realidades. ¿A dónde quiere llevar al espectador de su obra?
ADL: Todo lo que percibo en la naturaleza, ya sean paisajes, construcciones, figuras humanas, me inspiran constantemente. Es la combinación de formas y colores lo que me atrapa, más allá del tema, y me lleva a querer plasmarlos en una tela.
A la distancia, me doy cuenta de que hay razones profundas para la elección de un motivo en determinadas circunstancias. Por ejemplo, la serie Paisajes urbanos coincide con el momento en que uno de mis hijos se fue a estudiar a Estados Unidos, y yo empecé a viajar frecuentemente a Nueva York y a Boston a visitarlo. Las grandes ciudades adquirieron un significado muy especial para mí. Simbólicamente, emocionalmente, estaban relacionadas con mi hijo, y pintarlas me conectaban con él.
EeA: Sobre los colores que utiliza en sus obras… ¿De dónde surgió la paleta?
ADL: Me apasiona el color, me inspira, me conmueve. Mi paleta es personal, y es una constante desde el principio de mi producción. Creo que es manifestación de lo más profundo de mi personalidad. Necesito expresarme con colores intensos, saturados, con fuertes contrastes. No remiten a una experiencia particular, geográfica o personal, sino que son la manifestación de mi personalidad en el lienzo, soy yo en la tela.
EeA: El sábado 29 de septiembre inaugura Pasajeros, instantes de un viaje en el Museo Lucy Mattos. ¿Qué se encontrará el público asistente allí?
ADL: Son obras de los últimos dos años. Siempre trabajé la figura humana, en forma paralela a otros temas, pero es la primera vez que protagoniza una muestra. Tuve la necesidad de expresar en imágenes algo que tengo muy presente: somos pasajeros de la vida, cada uno en un viaje individual e íntimo. Viajamos acompañados, pero solos a la vez. Es un viaje impredecible, fragmentado, lleno de color.
El resultado de esta búsqueda son instantáneas, postales, retratos de personajes atravesados por ese sentimiento de unicidad y de soledad, aun en compañía. Espero que el espectador pueda percibirlo en mi obra y que, de alguna manera, nos conectemos a través de ella.
EeA: ¿Cómo se siente de saber su obra expuesta próximamente en este espacio cultural?
ADL: El Museo Lucy Mattos es un lugar muy especial para mostrar mi nueva serie. Por un lado es un lugar respetado y prestigioso, le agradezco mucho a Lucy Mattos su invitación. Desde el punto de vista estructural, es un lugar en donde la obra se puede lucir y apreciar bien, por la disposición y dimensión de los espacios y por la iluminación. Estoy muy entusiasmada con este proyecto.
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