Por Flor Deleo
Actúa, canta, baila, modela, dirige, conduce, enseña, representa. Gastón Ares, de 34 años, es lo que podemos llamar un artista completo, completo en el mundo del espectáculo. No podemos encasillarlo en una sola cosa, pero estoy segura que la mayoría del público, lo conocemos por su faceta actoral.
Si bien lo hemos visto mucho y en mucho lugares diferentes, tuve el placer de verlo en vivo en la obra en la que actualmente trabaja: «Un Balcón con Vistas«, acompañado por otros tres grandes y jóvenes actores: Solange Verina, Georgie Mollo y Nico Zuviría. Luego de ver su desempeño, me pareció sumamente necesario entrevistarlo para poder charlar un poco acerca de su carrera, sus proyectos actuales y futuros, y su vida fuera del escenario. Por algunas experiencias y rumor colectivo, a veces puede parecer difícil o incómodo arrimarse a los famosos para una foto, un saludo o un cruce de palabras rápido. Pero me encontré con una persona muy accesible, amable, simpática y con la humildad de los grandes. Y quiero afirmar acá mismo que después de una charla de mates virtuales, mi primera impresión fue la correcta.
Disfruten un resumen de esta entrevista!
EEAM: Por todos tus estudios, preparación y trayectoria, se te nota muy cómodo en cualquier papel que interpretes. ¿Te resulta fácil adaptarte al personaje o es un proceso más complicado de lo que parece?
GA: Todos los personajes que están bien escritos dentro de una estructura dramática bien escrita, están atravesados por conflictos. Por lo cual, el hecho de abordar cualquier personaje conlleva a estar en un estado de algo interno que hay que solucionar; una necesidad, objetivo, una cuestión clara que el personaje/actor tiene que serenar, apaciguar o llevar a cabo. Desde ese punto, nunca es algo cómodo. Pero después en comparación con otro personajes, este personaje dentro de o social tiende a repetir su conducta. Podría estar en cualquier lugar: un subte, un café, una fila para pagar algo. pero después el mundo interno de este personaje, es donde radica el tema a laburar. No me fue sencillo acercarme a él, y lo que me llevó a elegirlo fue que sentí que me haría hacer un trabajito lindo como persona y artista. Estoy muy contento de hacerlo.
EEAM: ¿Te identificás con, Diego, tu personaje en Un balcón con vistas? ¿Con qué parte de él diferís más?
GA: El personaje tiene cosas mías. Además me da la sensación de que podría llegar a ser una similitud el tema de la observación, estar en el detalle, identificar alguna cuestión particular del entorno. Me resulta muy interesante. Por otra parte, el personaje está siempre en un estado de búsqueda con lo cual me identifico. Con respecto a lo vincular y lo que va sucediendo en estos enredos dentro de la comedia, digamos, que por el momento no, pero no sabés cuándo puede llegar a pasar. Quizás más adelante te diga: «che, me siento el personaje patente» (risas).
EEAM: Y respecto a uno de tus últimos proyectos…¿Cómo fue que llegaste a «Entrelazados»?
GA: El año pasado, cuando se empezó a comunicar lo de Entrelezados, fue previo a las grabaciones. Al regresar de trabajar en Génesis en La Costa, en un momento álgido del COVID donde el aforo de los teatros era reducido al 30%, llegué para hacerme los estudios y me había dado positivo. Yo tenía que grabar el viernes! La productora tuvo que buscar un reemplazo para mi personaje que era el maquillador de la protagonista. 10 días de aislamiento en Buenos Aires sin poder hacer funciones. El día del alta, volví a La Costa, y a las 24…48hs, me llamaron de Disney para decirme que me habían adjudicado otro personaje porque querían que esté en el proyecto. Tuve que hacerme un nuevo PCR para empezar a grabar ese día. Al darme negativo, comencé las grabaciones con mi personaje que es un fotógrafo. Que me hayan tenido en cuenta a pesar de lo del COVID, me llena el alma. Significa que confían en mí, quieren que esté y creo que es un montón.
Siendo parte de un proyecto de una gran productora como Disney, que es internacional y que en cada producción la rompen (están en todos los detalles), gran infraestructura, todo se mueve perfectamente. Más allá del trabajo, uno aprende constantemente de todo, optimizar otras cosas. Es un placer.
En un momento, recuerdo que haciendo castings, más allá de mi representante Daniel Bertero, me contacté con el departamento de audiciones de Disney y me habían llamado para el de Once Halcones. En esa audición quedé e hice una de mis primeras participaciones en Disney. Comencé a estar en el radar y me tienen en cuenta porque mi perfil les cuadra dentro de los personajes que ellos están proponiendo. Recuerdo también haber hecho otros castings en Disney, que se ve que no me fue muy bien porque luego no me llamaron (risas).
Si hay algo que me enseñó la profesión es aceptar que cuando un proyecto no es tuyo, no es tuyo. Y que cuando es para vos, estás ahí. Trabajo ante la frustración, ante la negativa…Si te esforzás, si te preparás, si entrenás, si estás atento, presente, sos buena gente…en algún momento te dicen que sí, después que sí, algún no…y después que sí. Te das cuenta que lo que sucede es porque te conviene.
EEAM: Imagino que es un ambiente muy competitivo también. Hay mucha oferta y quizás no es tanta la demanda.
GA: Sí, hay competencia, pero como todos…son las ganas de quedar en un proyecto. La mayoría de las veces la competencia es interna. Algunos no entienden que todos somos parte de lo mismo; del mismo medio cultural y que nos vamos a ver todo el tiempo. Tener una actitud negativa, distante o que no sume, a la corta o a la larga, es una carta que no la jugaría nadie. Creo que lo más importante es poner buena onda dentro y fuera del set, dentro y fuera del escenario, al fin y al cabo siempre hay amigos…está bueno apoyar el proyecto de los otros, de los tuyos. Si te abrazan tus compañeros/as, la profesión es más lindo, la pasamos mejor.
La competitividad es interna. Ya el hecho de que no te salga un proyecto es porque te va a salir otro mejor que el anterior. Tengo una teoría de las «3P», un triángulo con P de prestigio, placer, plata. Si tiene las 3P, mejor, y sino trato de elegir un proyecto que tenga 2P que me llene o me sirva más. Depende.
EEAM: ¿Cómo es el proceso de selección de las obras?
GA: Lo que contemplo es el texto, la obra en su totalidad, qué mensaje vamos a transmitir, de qué se trata, si es comedia o drama, la temática, si la cuestión social invita a ir por ese camino o no…eso es fundamental. Y en paralelo, obviamente, el personaje que me toca llevar adelante porque creo que si no estoy en un momento en el que quiero contar esa historia o ese mensaje particular que el personaje trae, siento que, tal vez, sea el momento en que otra persona lo encare y le dé el 100%. Pero si realmente me gusta la obra, el personaje y el proyecto, ya mi corazón está ahí. Y si mi corazón está ahí, el resto aparece solo. El corazón, alma y mente puesto a disposición de ese texto.
EEAM: Se te ve una persona que siendo exitosa en lo que hace, mantiene la humildad. ¿Cómo es conjugar la vida «real» con la «actoral»?
GA: No es tan sencillos conjugarlas. Más que nada por los tiempo que conlleva la profesión, que a veces, es lo que más tengo que trabajar para que no sea una sobrecarga y dejar de lado la parte de ocio, social y disfrute. Mi profesión es también un disfrute: amo hacer lo que hago, es apasionante; me genera doblemente las ganas y el cariño de hacerlo cuando veo que mis colegas, el público, todos los que hacemos el rubro audiovisual/teatral confían en mí, o les gusta lo que hago. Uno siente que hay una misión en la vida que no solamente se está llevando a cabo, sino que tu entorno y los demás te dicen «dale para adelante que está buenísimo lo que hacés«, y ahí es donde todo confluye. No tengo que hacer nada; solamente lo que me gusta, cuidándome a mí, a mis tiempos y a los que quiero. Y después lo que los demás opinen queda en la mirada de ellos. De mi parte es agradecimiento.
EEAM: ¿Cómo es Gastón cuando se apagan las luces del escenario?
GA: Cuando se paga la luz en el escenario, lo que procuro -a veces se nos escapa por la velocidad de la ciudad, la burocracia, la parte financiera- es un estado lúdico, estar siempre en buena onda y buena vibra. Estar dentro de lo posible haciendo cosas, actividades, frecuentando a la familia, gente, amigos, siempre en un entorno bueno, para poder dar en el día a día, en la semana, en el mes, en el año, mi 100%. En el laburo están esos momentos de relax, pero también predominan muchos los momentos de estar focalizado, gestionar, crear un personaje, armar un grupo de alumnos, acá en el país o afuera. Estar en esos detalles requiere una presión alta cada día. Por eso cuido esto de estar en estado lúdico y mantener una vibra positiva. También me encanta disfrutar del aire libre. De hecho, estrené un segmento dentro de un magazine que se llama «El Aventurero»: hay una faceta mía donde me gusta viajar, estar al aire libre, socializar, recorrer lugares nuevos. En esta especie de mix entre relax, ocio y trabajo, me permite ir a grabar contenido junto a una hermoso equipo con el cual recorremos distintos lugares, hacemos turismo aventura y también me sirve para recargar pilas: hemos estado en el Delta del Tigre, Lobos, recorremos estancias, el vial costero o CABA, la reserva ecológica. Son momentitos que en mi rutina me gusta tenerlos. Agarrar el longboard, pasear, bicicletear, hacer surf, deportes. Son todas cuestiones que siento que me hacen bien a la mente, alma, cuerpo, todo. En estos lugarcitos de lo social, me van a encontrar por ahí…Además disfruto mucho la comida. Sentarme en un cafecito, leer un libro, sentarme a tomar un matecito y escuchar música. Son momento que me gustan.