ENTREVISTA. Nicolás Sterbanoff: Una sensible instrospección.

Por. Zenaida Sanoja

Nicolás Sterbanoff
es un joven  y talentoso pintor
argentino, que a sus veintidós años posee una agudeza y una profunda
sensibilidad social que refleja con su estética particular en todas sus obras
artísticas.

Ha transitado desde
su corta edad, por prestigiosos Espacios Culturales y ha participado en
múltiples e importantes exposiciones, representando a esa parte de la sociedad
invisibilizada.

Su vinculación con
la realidad, lo acerca indefectiblemente a las personas que entrevista para
luego plasmarlo en sus obras. Sterbanoff expresa el arte como un hecho colectivo en el que
están involucrados aquellos que son ignorados en su situación de pobreza
extrema.

Su sensible
introspección lo hace mostrar de una manera reflexiva la pobreza que lo
circunda, recordándole al espectador con sus magnificas obras, que son parte de
la sociedad que condena a un amplio sector que vive en injusta desigualdad. En
su demostración de que el arte puede ser el vehículo de reclamos sociales
ignorados,  se convierte en la voz de los
que no la tienen. S
u mirada profunda
sobre las desigualdades socio-económicas, transita  por otros contextos que se reflejarán en su
próxima muestra la cual se titula “Deshuesadero”.

Compartimos en esta edición aniversaria de Expertos en Arte FD Magazine, su mirada y su profunda búsqueda y reflexión para reflejarla a través de su arte.

Nicolás Sterbanoff. Hola Soy Eduardo.


EeA: ¿Cómo fue tu primer acercamiento al arte?

NS: Tengo un recuerdo muy lejano, quizás de los más antiguos, dejando mi huella con algunos lápices en una hoja de carpeta: intentaba, con la torpeza de un niño de 4 o 5 años, hacer una cara. Guardo vívidas dos cosas de ese recuerdo: lo divertido de jugar a que garabateando, manchando, tirando trazos locos, podía inventar mundos y la reacción de asombro (seguramente fingido) de mis papás mirando la cara que había dibujado. 

Ese juego se sistematizó, y pocos años después se legitimó como conocimiento en la escuela pública de estética “Lucina Alvarez”. Ahí tuve contacto con diferentes ramas del lenguaje visual, armando un repertorio de experiencias artísticas. A los 12 años entré al Yrurtia (ESEA de artes visuales) y ahí me quedé hasta los 21 años.

Nunca sé contestar con certeza si mi primer acercamiento al arte fue en ese primer retrato que recuerdo dibujar, o bien en la escuelita de estética, o bien en el secundario Yrurtia. Creo que no hubo un primer acercamiento, sino una serie de encuentros con el hacer y el mirar imágenes que, con los años paulatinamente se volvió actividad artística.

EeA: ¿Tenés algún proceso reflexivo o investigativo que acompaña el desarrollo de tu obra?

NS: Ambas, el arte en general exige un proceso constante de investigación y reflexión. Mis obras parten de un trabajo de campo que consiste en indagar contextos de extrema pobreza, desde una dimensión histórica, política, social y cultural, partiendo de experiencias individuales que, en conjunto, permiten dar cuenta de una problemática general de injusticia económica. De estos testimonios salen pequeños grupos de pinturas, dibujos y audiovisuales que construyen un retrato de las personas entrevistadas.
Este trabajo de investigación implica necesariamente instancias de reflexión: diálogo y debate con colegas, clínicas de obra y producción de textos, donde los conceptos se resignifican, en la misma medida en que se van abriendo nuevas búsquedas e indagaciones. 

EeA: ¿De qué manera considerás que desarrollás tu proceso creativo?

NS: El proceso creativo en mi obra está ligado al trabajo de campo del que hablé anteriormente, valga la redundancia. La creación del hecho visual es indisociable del vínculo, el relato y el interés de las personas entrevistadas, por lo que la composición es necesariamente un contrato de dos o más. 

La participación activa de lxs retratados en el desarrollo creativo no es un dato inocente: en oposición a la idea de que el arte es un logro individual, único de un genio artista, se asume un enfoque contemporáneo del arte como diálogo colectivo.

EeA: ¿Qué busca tu obra, qué crees que dice y comunica? 

NS: Ser vista, interpretada, resignificada, debatida. Busca incomodar al espectador, recordarle que es partícipe de una sociedad que no solo precariza económicamente a un amplio sector, sino también se ocupa de destruir violentamente su imagen, volverlo invisible, enemigo, culpable de su propia situación.

EeA: ¿Qué buscás vos con tu obra?

NS: Parafraseando a Nicolás Bourrieaud (1998), busco tejer relaciones con el mundo, entre lo interno (personal, introspectivo) y externo (con el contexto histórico-cultural-social que habito), con la ayuda de signos, gestos, formas y objetos. En esta relación, busco aportar a la reflexión en la construcción de una mirada crítica activa. 

 

EeA: ¿Cómo considerás que cambiará el mundo del arte emergente a partir de este 2020 con nuevas reglas y lógicas de consumo de arte? Desde tu perspectiva, hay nuevos desafíos para los artistas emergentes o al contrario, nuevas oportunidades?

SN: Entre otras tantas consecuencias de las políticas neoliberales que estuvieron vigentes en la Argentina los últimos cuatro años, las instituciones culturales se vieron fuertemente golpeadas. Este año la pandemia está produciendo una profundización de esa crisis. Uno de los principales desafíos de los artistas hoy es, al igual que el de cualquier trabajador, sostenerse económicamente. El solo pagar el alquiler de un espacio taller, implica un gran esfuerzo, ni hablar de los materiales de trabajo. Las becas, préstamos u otros tipos de financiamiento que otorgan algunas instituciones del campo del arte son a un número reducido de productores.

Además de la cuestión económica, las nuevas limitaciones en la presencialidad complejizan la circulación de obra. Otro de los posibles desafíos para quienes estamos apareciendo en el escenario artístico, es hallar nuevos espacios y estrategias expositivas (sin dejar de habitar las galerías, museos y centros culturales). 

EeA: ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

SN: Mi obra está transitando otra arista de los contextos socioeconómicos brutalmente condicionados: la precarización de ciertos paisajes geográficos como política de centralización de los capitales culturales.

En las próximas muestras, entre los retratos aparecerá la representación del deterioro del espacio simbolizado en una serie de paisajes que, por el momento, se titula “Deshuesadero”.

Facebook: Nicolás Sterbanof

Instagram: @nicolás.sterbanoff

Por Zenaida Sanoja: zsanojah@vonmeckcc.com.ar

ExpertosenArteFDMagazine

Revista de arte y cultura en español con alcance mundial.

Esta entrada tiene 5 comentarios

  1. Su propuesta tiene un concepto legitimo y un valor muy significativo; el hecho de considerar su obra "dialogo colectivo" lo convierte en "arte consciente" y por tanto responsable de un compromiso social. —Lo aplaudo—

Deja una respuesta